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    Lenguaje inclusivo o no sexista: un lenguaje con perspectiva de género

    Por ejemplo, hay quien considera que el uso del masculino genérico —que, gramaticalmente, tanto en catalán como en castellano es la forma considerada no marcada porque puede englobar a individuos de los dos sexos— es una prueba de ello, ya que invisibiliza a las mujeres y a las personas no binarias en cuanto que promueve una visión androcéntrica de la sociedad, en la que se identifica, únicamente, al hombre y a las características masculinas como lo normativo, universal y generalizable.

    Lo que se pretende conseguir con el lenguaje inclusivo, no sexista o con perspectiva de género es promover la igualdad entre todas las personas y el reconocimiento de todas las identidades y de la diversidad, mediante una reflexión consciente y crítica del lenguaje culturalmente interiorizado, con el fin de que aprendamos, interioricemos e implementemos nuevos hábitos verbales, que nos ayuden a expresarnos de forma igualitaria y no excluyente.

    Lenguaje inclusivo, para todos los colectivos

    Así, desde hace un tiempo, varias organizaciones e instituciones han apostado por utilizar el lenguaje inclusivo y ya lo emplean en sus comunicaciones, no solo en lo que se refiere a lo masculino y lo femenino, sino también a los distintos colectivos que conforman la sociedad hoy en día.

    Entre las soluciones más habituales para evitar la utilización del masculino genérico está el uso de formas genéricas, formas concretas o formas dobles. Veamos algunos ejemplos:

    • Formas genéricas: se trata de utilizar palabras que no tengan marca de género, como nombres colectivos (personal, alumnado, colectivo, equipo, plantilla, audiencia, cuerpo profesional…); utilizar la palabra «persona» o nombres abstractos no sexuados, como «la juventud», «la abogacía», «la membresía»… (siempre que su uso no altere el significado de la frase).
    • Formas concretas: consiste en utilizar los sustantivos y adjetivos referidos a una persona determinada con la marca de género específica con la que se identifique esta persona (médica, alcaldesa, banquera, azafato, bailarín, niñero…).
    • Formas dobles: en este caso se trata de mencionar los dos géneros de forma expresa, es decir, repetir los nombres y adjetivos y ponerlos tanto en masculino como en femenino. En el caso de los sustantivos invariables en cuanto al género, es decir, aquellos que no cambian en femenino o en masculino, el desdoblamiento se produce en los determinantes (los y las profesionales, las y los artistas, los y las intérpretes…). Este recurso debe utilizarse con moderación, para no producir textos excesivamente cargados y que dificulten su lectura.

    Lenguaje inclusivo, ¿lenguaje inventado?

    Sin embargo, estas soluciones no siempre son adecuadas para representar a las personas que no se identifican con el espectro binario. Por ello, desde hace unos años en algunos sectores se utilizan la «e», la «x» y el signo @ como morfemas de género en español.

    No hay un morfema de género neutro en la lengua española, de modo que esta solución puede parecer un poco artificiosa para sus hablantes, pero también es cierto que hay que dar respuesta a la necesidad de las personas no binarias de no sentirse excluidas lingüísticamente.

    Si entendemos que el lenguaje no es una herramienta estanca, sino que debe permitirnos decir lo que queremos decir, es necesario que nos demos cuenta de que hay un colectivo que no se identifica con la mirada binaria y que no puede quedar excluido de los usos lingüísticos. Como sociedad debemos hacer un esfuerzo en este sentido y encontrar una solución en la que todas las personas se sientan incluidas.

    Y quizás la solución no es que nos inventemos una nueva lengua y utilicemos la «e», la «x» y la @ todo el tiempo, sino que para respetar el derecho de las personas que no se sienten identificadas con el masculino o el femenino, tal vez se podría empezar por —tal como proponen desde el proyecto Modii en el apartado dedicado al lenguaje no sexista de su web— utilizar otros recursos gramaticales al alcance, como los pronombres relativos que, quien y quienes.

    Las mujeres lingüistas dicen basta

    En una línea alternativa a lo que hemos planteado hasta ahora se encuentra el libro en catalán Som dones, som lingüistes, som moltes i diem prou (Somos mujeres, somos lingüistas, somos muchas y decimos basta), de Eumo Editorial. Se trata de una recopilación de artículos sobre el lenguaje inclusivo en catalán.

    En este libro, un total de setenta mujeres profesionales de la lengua promueven un debate a fondo sobre el discurso y el género, explicando casos concretos de uso de lenguaje no sexista, entre los que podemos encontrar soluciones adecuadas y otras que más bien generan problemas de comprensión, lo que también ocurre con las alternativas que se usan en español.

    La publicación también recoge la crítica contra la imposición de políticas lingüísticas que, en opinión de su editora, solo sirven para maquillar una realidad desigual. Es decir, no se trata tanto de no reconocer la diversidad y las desigualdades de género, sino más bien de cuestionar el hecho de que imponer el uso de unas determinadas formas sea realmente la solución.

    La apuesta de Teclat en relación con el lenguaje inclusivo

    Como podéis ver, el lenguaje inclusivo trae cola y no se ha llegado a ninguna solución, de momento, que satisfaga a todas las partes.

    Sin embargo, desde Teclat queremos contribuir, en nuestro trabajo diario, a la sensibilización social desde nuestro ámbito y defendemos hacer uso del lenguaje no sexista; por ello, hacemos pedagogía entre las personas que nos solicitan servicios lingüísticos y, en la medida de lo posible, incorporamos la perspectiva de género en los textos que traducimos y corregimos, siempre procurando que los documentos resultantes no sean artificiosos y, sobre todo, que sean perfectamente comprensibles.

    Para saber más

    Por si os habéis quedado con las ganas de saber más sobre el lenguaje inclusivo, os compartimos un glosario básico:

    • Binarismo de género: clasifica a las personas en función del sexo asignado al nacer. Establece categorías excluyentes entre mujeres y hombres, con características concretas para el femenino y el masculino.
    • Cisexismo: conjunto de prejuicios que considera que la identidad de género de las personas trans no es auténtica, o que es menos auténtica que la de las personas cisexuales.
    • Discriminación: tratamiento diferencial y nocivo que se da a una persona o grupo de personas por razón de raza, sexo, orientación sexual-afectiva, identidad o expresión de género, cultura, religión, etc.
    • Estigma social: rasgo, atributo o comportamiento que provoca que la persona o las personas que tienen estas características generen socialmente una respuesta negativa y sean consideradas inaceptables o culturalmente inferiores.
    • Heterocentrismo: suposición de que todas las personas son heterosexuales por «naturaleza».
    • Identidad de género: vivencia interna e individual del género como cada persona lo siente, que puede corresponderse o no con el sexo asignado al nacer.
    • Igualdad de género: establece que todas las personas son iguales en términos de derechos y obligaciones independientemente del género. Este es un principio constitucional.
    • Neutralidad de género: movimiento a favor de que las políticas, las instituciones y el lenguaje eludan distinguir roles basados en el sexo o el género de las personas, como manera de evitar las distintas formas de discriminación causadas por roles socialmente establecidos.
    • Patriarcado: forma de organización social en la que la figura del hombre tiene poder y autoridad sobre el resto de personas.
    • Persona no binaria: persona con una identidad de género que no se corresponde con el espectro de los géneros binarios femenino o masculino.

    Y si queréis ver en detalle cuáles son las alternativas que se pueden utilizar para evitar el lenguaje sexista en vuestras comunicaciones, os dejamos un par de fuentes de consulta que os pueden servir:

    La transcripción y subtitulación en directo

    Pero también hay otro tipo de subtitulación, que es la que se suele utilizar en conferencias, formaciones, seminarios en línea y otros actos, para que puedan seguirse también leyendo las intervenciones, y no solamente escuchándolas.

    En este caso, hablamos de transcripción y subtitulación en directo, que es una técnica que consiste en transcribir de forma simultánea lo que dice el orador y que el texto transcrito aparezca en una pantalla en forma de subtítulos.

    El transcriptor o transcriptora profesional es la persona que se encarga de esta tarea, y suele trabajar en pareja para poder ir haciendo turnos, especialmente en eventos de larga duración y donde el flujo de información es rápido y constante.

    Si los subtítulos tienen que aparecer en un idioma diferente al del orador para que sean comprensibles para la mayoría de la audiencia, entonces también es necesaria la figura de un o una intérprete que traduzca para quien transcribe.

    La transcripción y subtitulación en directo es, pues, una técnica que, igual que la interpretación simultánea, permite la comunicación multilingüe en muchos eventos de diversa índole.

    Subtitulación en directo versus transcripción en directo

    Hemos hablado de la transcripción y subtitulación en directo, pero, de hecho, hay otra técnica un poco diferente que se conoce también como subtitulación en directo, aunque a veces las dos técnicas se confunden.

    En la subtitulación en directo, los textos que aparecen en pantalla están previamente preparados por el profesional que subtitula; así, cuando el orador habla, el subtitulador o subtituladora debe estar muy pendiente del ritmo de su discurso para ir lanzando los subtítulos, de modo que aparezcan simultáneamente.

    En cambio, en la transcripción en directo o simultánea, cuando el orador habla, quien transcribe lo hace en directo, exactamente en el mismo momento en el que se desarrolla el discurso; en este caso no hay la posibilidad de antelación y, evidentemente, la dificultad es mayor. El resultado también es diferente.

    Poder conocer el texto de antemano permite tomarse el tiempo para afinar más la estructura de las frases, acotar su extensión y producir un texto escrito un poco menos literal y más elaborado. En el caso de que se trate de transcripción multilingüe, el hecho de disponer previamente del texto traducido evita el pequeño retraso que puede percibirse si el discurso se tiene que interpretar antes de subtitular.

    Una cosa que las personas que no se dedican a este sector no suelen saber es que, cuando hay un acto en el que interviene más de una lengua y el discurso se transcribe, los y las profesionales de la transcripción y la interpretación trabajan codo con codo en una zona un poco aislada de la sala donde tiene lugar el evento, si el espacio lo permite; además, el intérprete lo hace normalmente dentro de una cabina.

    En este escenario, la persona que transcribe en directo no escucha directamente al orador, sino que escucha al intérprete, que es el que escucha el sonido directo de sala. Esto es así porque si el transcriptor o transcriptora escuchara el sonido de la sala, junto con la voz del intérprete, escucharía tanto ruido e interferencias que seguramente perdería la concentración y le sería muy difícil hacer su trabajo.

    Así, en un evento multilingüe la cadena sería la siguiente: un orador habla, un intérprete interpreta simultáneamente lo que dice el orador (normalmente dentro de una cabina) y un transcriptor transcribe lo que el intérprete dice, que se convierte en subtítulos en el idioma de llegada para el público del evento.

    La inclusión lingüística gracias a la transcripción y subtitulación en directo

    Unas líneas más arriba hemos apuntado que la subtitulación en directo es una de las herramientas que facilita y garantiza la comunicación en eventos donde oradores y público hablan y entienden lenguas diferentes. Por lo tanto, es a la vez un recurso que fomenta la inclusión de varios idiomas en actos donde uno de los objetivos principales es la transmisión de conocimiento. Por eso no nos parece osado afirmar que, tanto la subtitulación como la transcripción en directo, además de la interpretación simultánea —y, por descontado, la traducción escrita—, son también recursos para la democratización del conocimiento, para que este esté al alcance de todo el mundo, independientemente de si habla más de una lengua o no.

    No obstante, en este sentido todavía queda mucho por hacer. Habitualmente, las lenguas de trabajo y oficiales en eventos multilingües suelen ser (por lo menos en Cataluña) el catalán, el castellano, el inglés y el francés, si bien no siempre con la misma representación. Ojalá estas técnicas con las que contamos los y las profesionales de la lengua contribuyan a la inclusión de lenguas más minoritarias en grandes eventos.

    La subtitulación, una herramienta de accesibilidad

    Además de una forma de inclusión lingüística, la subtitulación es la medida de accesibilidad universal para todo el colectivo de personas con discapacidad y pérdida auditiva.

    Si no sufrimos de sordera, hipoacusia o discapacidad auditiva, tal vez no hemos pensado nunca en este servicio que, actualmente, podemos encontrar en cualquier tipo de actos y eventos públicos.

    Y es que quienes padecen de deficiencias auditivas, a pesar de llevar audífonos o implantes cocleares, necesitan otros apoyos para acceder a toda la información de cualquier acto al que asistan.

    Así, la subtitulación en directo o simultánea cuenta con el valor añadido de que es una herramienta imprescindible para la inclusión de este colectivo.

    El reto del oficio de transcribir y subtitular

    Como os podéis imaginar, el reto de subtitular y transcribir de manera simultánea cualquier discurso es grande.

    No es suficiente con conocer la técnica de la transcripción y el funcionamiento del programa de subtitulación, sino que también hay que tener otras habilidades como la rapidez en la escritura, la concentración, la capacidad de síntesis y la de reacción si en algún momento la tecnología falla, entre otras. Además, es importante aprender a coordinarse con el compañero o compañera que también transcribe, ya que, como se ha dicho anteriormente, igual que los y las intérpretes, las personas que se dedican a la transcripción y la subtitulación en directo suelen trabajar en tándem para poder ir alternándose y haciendo pequeños descansos necesarios en un trabajo de tanta intensidad.

    En Teclat os ofrecemos estos dos nuevos servicios, la subtitulación en directo y la transcripción en directo, para vuestras conferencias, actos, formaciones y eventos presenciales o en streaming.

    De este modo, vuestro mensaje llegará a un público más amplio y a todas las personas con pérdida auditiva. Tanto si están en sus casas como si asisten al evento de forma presencial, tendréis la seguridad de que vuestro mensaje llegará a todo el mundo.

    ¡Si queréis que lo hablemos, escribidnos a traduccio@teclat.com y os contaremos todos los detalles!

    ¿Sabes qué es la interpretación?

    Y, aunque nuestro trabajo tiene un punto creativo y muy polifacético, no es exactamente a la dramaturgia a lo que nos dedicamos.

    Después de más de treinta años dedicándonos a este sector, sabemos que muchas personas se preguntan qué es, exactamente, la interpretación. Así que hoy que nos estrenamos con el primer artículo del blog, aprovecharemos para explicaros brevemente en qué consiste.

    ¿Qué es la interpretación?

    El verbo «interpretar» viene del latín interpratari, que significa ‘explicar’, ‘elucidar’, ‘traducir’, ‘exponer’, y la interpretación es la actividad de mediación oral o en lengua de signos que permite la comunicación entre usuarios de distintas lenguas. Consiste en trasladar un discurso de una lengua de partida a una lengua de llegada, ya sea oralmente o utilizando la lengua de signos, de tal modo que el discurso producido por el o la intérprete sea equivalente al discurso original.

    Por lo tanto, como intérpretes tenemos los conocimientos, las habilidades, las destrezas y las actitudes necesarias para transmitir cualquier texto producido en una lengua con los medios de otra lengua.

    Además, hay que tener en cuenta que los y las profesionales de la traducción y la interpretación llevamos a cabo estos actos de comunicación en un contexto social con una finalidad muy determinada, que puede ser parecida a la del texto original (por ejemplo, cuando interpretamos el discurso de un orador en un congreso científico), pero también diferente (como cuando hacemos la traducción de un libro antiguo). Esto implica que debemos saber reconocer todos los elementos que intervienen en este proceso y todas las características del texto o intervención oral que traducimos para poder encontrar el equivalente más idóneo.

    El contexto cultural de partida y de llegada son ejemplos claros: si en inglés o catalán, por ejemplo, se explica un chiste o se utiliza un refrán o una expresión idiomática propia, en castellano habrá que buscar un equivalente funcional, no literal, que para los lectores o receptores en esta lengua tenga sentido.

    Actualmente, se denomina intérprete a la persona que realiza la interpretación entre lenguas, es decir, la persona que transmite oralmente en la lengua de llegada el mensaje del discurso emitido en la lengua de partida, teniendo en cuenta aspectos como el registro, el tono, la información implícita, las emociones, etc., ya sea en el mismo momento en que el orador original está emitiendo el discurso (simultáneamente) o cuando una de las partes acaba su intervención (consecutivamente).

    Precisamente estos son los dos tipos de interpretación más usuales: la simultánea, que es la que solemos ver en los congresos, en la que los asistentes tienen que utilizar unos receptores con auriculares para escuchar la ponencia en su idioma; y la consecutiva, que se utiliza, por ejemplo, en las ruedas o comunicados de prensa y donde el intérprete y la persona que hace el discurso se van intercalando para hacer la explicación y la traducción, y los asistentes no necesitan receptores.

    La interpretación, ¿una nueva profesión?

    Si bien podría parecer que el oficio de intérprete es bastante actual, la etimología de la palabra nos revela que se remonta a los tiempos en los que era necesaria una figura para hacer fluir la comunicación inter («entre») partes («partes»). Los estudios etimológicos no coinciden tanto en el significado de partes, pero sí en la importancia de la raíz latina de interpres, que significa ‘mediador’, ‘mensajero’, ‘alguien que explica’…

    Además, esta profesión ya está documentada en el tercer milenio antes de Cristo, en la época de los egipcios. Desde entonces, los traductores o traductoras e intérpretes han tenido un papel muy importante en el desarrollo del mundo: fueron imprescindibles en los intercambios comerciales, en las guerras, en la difusión de la cultura y el pensamiento y en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, entre otros.

    Así, cuando pensáis en los faraones conquistando otros territorios, ¿cómo os imagináis que se entendían? Pues a través del trabajo de un intérprete. Y si os fijáis en el mundo de las ideas, ¿cómo creéis que nos llegaban las teorías de Aristóteles o de Galeno en la Edad Media? Pues mediante las traducciones de la Escuela de Traductores de Toledo, entre otras. De hecho, la presencia de un o una intérprete siempre ha sido imprescindible en la comunicación de la humanidad. Desde antes de Cristo hasta la actualidad.

    Hoy en día, el trabajo de los y las profesionales de la interpretación ha ampliado horizontes y ha tenido que adaptarse a las nuevas demandas que el salto tecnológico del siglo xxi ha implicado. Además, a raíz de la pandemia de los dos últimos años, los profesionales de la lengua hemos tenido que hacer un esfuerzo de adaptación enorme para poder continuar ofreciendo nuestros servicios (y ganándonos la vida, claro) de forma remota durante los meses en los que los eventos presenciales no han sido posibles.

    Por suerte, las plataformas virtuales de reuniones han sido una herramienta a nuestro favor. Por ejemplo, en Teclat, hace un año tuvimos que transformar un congreso en el que llevábamos diecinueve años colaborando como intérpretes de forma presencial en un evento virtual. El resultado fue todo un éxito, en parte gracias a la tecnología, pero sobre todo gracias a la flexibilidad y la capacidad de adaptación de nuestros intérpretes profesionales.

    ¿Y tú? ¿Crees que la interpretación te podría ayudar a relacionarte con tus clientes? ¿Necesitas organizar un evento con ponentes o públicos que hablan idiomas distintos? Si es así, ponte en contacto con nosotras para que te asesoremos.

    Para más información sobre nuestro servicio de interpretación, puedes consultar este enlace.